viernes, 19 de mayo de 2017

La fuerza de la palabra y el pensamiento. De las diferencias a las similitudes

Muchos lo sabemos, pero igualmente, muchos también lo ignoramos. La fuerza de nuestras palabras y pensamientos es tomada a la ligera, no sabemos que esto es lo que moldea al mundo. La primera forma en la que algo existe es a través del pensamiento, por ello, no es casualidad que muchas mitologías y religiones usen el verbo como comienzo de todo lo que conocemos.
Home, de  kelogsloops
Una pequeña acción tiene una reacción en cadena sin precedentes, algo que ni siquiera podemos imaginar. Una palabra de odio puede dar lugar a revoluciones de muertes y guerras, y una palabra de unión puede cambiar el camino de nuestros actos hacia un horizonte más liviano.

Diferencias y similitudes
Particularmente, en mi país, Venezuela, se están viviendo momentos de encrucijadas, momentos de insultos, momentos de muertes. Se están viviendo momentos en los que las diferencias son las que se están llevando la atención de la gente, y las similitudes están siendo ignoradas. Porque ellas no han desaparecido, nunca se han ido; las similitudes están a nuestro lado, listas para actuar; pero si la palabra no llega, esas similitudes no pueden hacer nada para ayudarnos.
Muchos no somos políticos, pero nos hemos encontrado inmersos en las discusiones y en los odios. Qué difícil es recordar que las políticas, los gobiernos, las reglas del juego, son sólo un intento para sentirnos más estables. Pero más allá de este juego, de estas reglas, estamos nosotros, tangibles, conviviendo unos con otros.
Las rabias que lanzamos desde un podio es lo que se va a convertir en el pan nuestro de cada día, sin importar quien empezó o porqué; el enfoque tiene que ser ahora  cómo terminarlo, cómo encontrar las palabras adecuadas, cómo trabajar con los pensamientos que realmente han de sacar a un país a flote a través de la fuerza y la constancia, de un deseo de vivir mejor en vez de un deseo de tener la razón y buscar las faltas del otro.
El mundo es un lugar hermoso, aunque rodeado de vestigios caóticos, y es este caos lo que se ha hecho tan denso que se ha transformado en un bloque gris que no nos deja ver correctamente a la persona que tenemos a nuestro lado. Si quitamos de la ecuación a las diferencias que la política o la religión dibujan, muchas familias y amigos podrían sentarse a la mesa a disfrutar de un día tranquilo, de una amistad y una felicidad más auténtica; pero cuando permitimos que en la ecuación se agreguen los ingredientes de "cómo las cosas se suponen tienen que ser," la imagen de estabilidad se tambalea y eventualmente, se cae.

Siempre hay un camino
La diferencia de pensamiento no es el enemigo, es en cambio la fuente perfecta para encontrar lo valioso del punto de vista de esa otra persona. Siempre lo he dicho, “qué aburrido sería el mundo si todos pensáramos igual,” pero qué maravilloso es poder hablar de estas diferencias dentro de nuestras propias semejanzas. Lo que nos hace falta a muchos es reencontrar estas maravillas, reencontrar el gozo de escuchar una opinión ajena a la nuestra y trabajar en conjunto por un punto medio. Recordemos que como piezas de un rompecabezas es fundamental vernos como un todo.
No estoy hablando de ignorar lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí de intentar cambiar un poco nuestro enfoque. Si tenemos un problema, tratemos de no pensar a quién culpar, más bien trabajemos desde nuestro pensamiento en cómo saciar nuestras necesidades.
Si como comunidad nos reunimos, ya sea en grupos grandes o pequeños, procuremos ver las soluciones y no buscar culpables, ni tampoco promover una cacería de brujas para sentirnos vengados. Porque llegará el momento en el que tendremos que elegir si reconstruir o perseguir, y debo decir que la persecución nunca ha reconstruido un país, esto sólo lo hacen las manos de un pensamiento nuevo y ligero, un pensamiento basado en las similitudes y, por lo tanto, en las posibilidades.
Empecemos entonces por cuidar de nuestras palabras y de nuestros pensamientos, pues ellos son el comienzo de todo lo que vemos. Intentemos ver más allá de las diferencias y encontrar todas esas similitudes que nos hacen seres humanos.
Todavía podemos hacer de nuestro entorno un lugar hermoso. ¡Ánimo!

sábado, 13 de mayo de 2017

Ser madre

Una vez escuché que cuando se es madre, la mujer activa una parte específica de su cerebro que permanecía dormida. No lo puse en duda.
La capacidad de entrega de una madre va, muchas veces, más allá de entendimiento; se escapa de las explicaciones científicas, de los teoremas matemáticos, e incluso de las leyes prestablecidas; no hay muchas circunstancias que puedan modificar ese sentimiento.
Madre y el niño en el dredón rojo, de Cludia Tremblay
Sin embargo, no podemos negar que no hay madre perfecta, que alguna que otra dista de lo que consideramos como tal, pero lo que sí es seguro, es que una madre permanecerá para siempre como centro fundamental de nuestras vidas. La profundidad de la relación entre una madre y un hijo tiene repercusiones infinitas, ya sea con buenas o malas experiencias.
Hoy quise dedicar este pequeño escrito a toda mujer cuyo corazón la lleva a ser madre. No todas despertaremos esa parte de nuestro cerebro con un parto natural, pero sí despertaremos nuestros corazones con un parto emocional, con aquellos hijos, nietos, padres o abuelos que cuidamos con amor, desde el amor y para el amor.
Como hija agradezco cada segundo de mi vida la presencia de esa mujer que, no sólo me dio la vida, si no que me levantó en cada caída, que me alimentó en cada momento de necesidad emocional o espiritual, que se sentó a escuchar cada uno de mis sueños y torturas sin enjuiciarme; pero agradezco por sobre todo a la madre que me enseñó con el ejemplo a ser madre.
Cada uno hemos vivido experiencias diferentes, algunas maravillosas y otras no tanto, pero de una u otra manera siempre ha de aparecer esa figura materna en nuestras vidas. Porque, aunque una madre biológica se lleve el título genético, sólo es aquella que nutre, que cuida, que en la vigilia nos hace crecer, la que se lleva el título oficial. Una madre es más que un cuerpo de mujer, una madre es un corazón lleno de amor.
Esta semana agradezcamos la presencia de ese ser, o seres, que han nutrido nuestro camino para hacerlo más transitable; pero seamos más heroicos, tratemos de amplificar dicho agradecimiento para toda la vida, porque el amor de una madre no dura una semana o un día, sino toda nuestra existencia.

viernes, 5 de mayo de 2017

Aceptación e integración

¿Cómo manejar la aceptación y la integración?, términos que son tan difíciles de digerir que preferimos simplemente dejarlos de lado. Aceptarse a uno mismo con todas las virtudes y los defectos es, para muchos, un camino casi tan peligroso como un terreno minado. A veces decimos que tenemos que aceptar a los otros como son, pero cómo aceptarlos a ellos si gran parte del tiempo no lo hacemos con nosotros mismos.
Todo es como un gran rompecabezas donde y nosotros somos las piezas, y cada pieza tiene, de por sí, sus propias piezas, como un cuento de nunca acabar. Si logramos encajarlas todas a nuestro alrededor lograremos armar una imagen en conjunto, pero, si por el contrario, las apartamos de nuestro lado, el rompecabezas nunca será completado.

Del entendimiento a la integración
Creado por Kumi Yamashita
Aceptar quienes somos es ver todos los aspectos de uno mismo, ver todas y cada una de las versiones que hemos creado; sólo así podremos empezar a entender a los demás, y del entendimiento a la integración no hay una gran distancia.
Como un ejemplo, ¿qué tal si les pido amar a una persona que consideran su peor enemigo?, de seguro muchos saltarían de la indignación con la sola petición, pero qué pasa si agrego además todo aquello que ha herido a ese enemigo, su niñez llena de traumas, los posibles gritos, los posibles golpes recibidos, los muchos rechazos y etapas dolorosas; les aseguro que el término enemigo se tambalearía, pues la empatía comenzaría a construirse a los alrededores del odio. Podríamos decir entonces que el entendimiento se convertiría en el puente que tanto necesitamos.

Cómo construir integración
Para comenzar un ejercicio de construcción, no es necesario hacerlo con que el que creemos es nuestro peor enemigo, pero si queremos poner en práctica esta idea de integración, podemos elegir a una persona que consideramos difícil de tratar. Aplica con ella estas ideas, ¿cuáles puedes ser sus miedos, sus esperanzas, sus motivaciones?, ¿qué ha llevado a esa persona a actuar de una forma específica?, ¿por qué puede parecer hostil a angustiada en ciertas oportunidades? Parece todo un trabajo investigativo, pero más que especulación, es un trabajo de observación.
Sin embargo, debemos recordar que esto no va a funcionar si no comenzamos por nosotros mismos; aplica esas mismas preguntas para ti, aunque te parezcan un poco sin sentido. Trátate como si fueses una persona ajena a tu propio cuerpo y acércate a ti con compasión. Háblate de los traumas, de los posibles gritos, de los posibles golpes recibidos, de los muchos rechazos y etapas dolorosas; pero háblate también de los triunfos, de los sueños, del esfuerzo que haces hoy y cada uno de los días. Te darás cuenta que te verás desde otra perspectiva.

Las bases de un todo
No, no es fácil, nada lo es; pero la posibilidad siempre está presente, tocando puertas que quieren ser abiertas. Si queremos obtener la imagen del rompecabezas como un todo, debemos empezar a entendernos individualmente y de allí a entendernos mutuamente. Cuando dejemos de gritar o de callar, podremos escuchar las razones de todas las partes, y de allí, quizás, comenzar a construir esa empatía que tanto nos hace falta para con nosotros y para con los demás.

Recordemos que la aceptación y la integración son las bases de ese todo.