miércoles, 28 de diciembre de 2016

La revolución está en tus manos.

La revolución está en tus manos, está en las de todos y cada uno de los seres que habitan este hogar que llamamos Tierra. Aunque es importante fijarse en las manos de todos para poder trabajar por un bien mayor, la revolución empieza en las tuyas; míralas, conócelas, digiere sus deseos y compártelas, pues en el compartir está la esencia de la evolución.


Foto tomada del sitio web http://jootix.com/wallpaper/6651
De seguro alguna vez has escuchado el dicho el ejemplo empieza por casa, ¿te has preguntado por qué es tan común? Es probable lo hayas hecho, como es probable que se haya quedado en la superficie sin introducirse en lo más profundo de tu corazón. En la libertad y la acción están los momentos de valor que toman forma en la palma de tus manos; si miras las otras con mayor atención que las tuyas propias, te olvidarás de lo que te hace feliz, pensarás en lo que los otros desean en vez de pensar en lo que tú más anhelas. Te dejarías entonces llevar por las olas de tu propia indiferencia y acallarías tu propia voz para escuchar la ajena. La revolución no empieza con tu pareja, con el vecino, o con un gobierno, empieza en tus propios pensamientos y en los cambios que quieres implementar para llevarlos a cabo; aunque estos cambios te parezcan mínimos, son ellos los que van moldeando tu propio futuro. No dejes que los otros escriban tu vida; toma el lápiz en tus manos y comienza con las primeras frases y etapas de tu propio cambio.
Constantemente nos hacemos los ciegos, nos conformamos con mirar desde fuera todos estos cambios que parecen se nos echan enciman y nos empiezan a agobiar. Nos tratamos de convencer que no tienen nada que ver con nuestras vidas hasta que los sentimos caminando a nuestros alrededores con un paso más rápido del que nosotros hubiésemos querido. Pero nada trabaja solo y el individualismo no llega muy lejos; una vez fuera de tu refugio autoimpuesto, de enfrentar y aceptar los cambios que se desarrollan en esas tus manos, puedes entonces comenzar a observar el resto, a compartir ideas y sueños que se transformarán luego en una realidad.
No te quedes mirando desde la ventana en este nuevo año. Toma las riendas con tus manos y luego cabalga con el resto para lograr la acción necesaria para una vida plena.

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